¿Cómo están reguladas las emisiones de NOx de las calderas de vapor industriales en la UE?

A pesar de la mejora producida gracias a la concienciación de diferentes industrias sobre la problemática del cambio climático en los últimos años, el Programa de Medio Ambiente de la UE tiene muy en cuenta que los ecosistemas siguen sufriendo las consecuencias negativas del excesivo índice de nitrógeno y azufre que hay en nuestra atmósfera asociado a las emisiones del transporte, diferentes prácticas agrarias y a la generación de electricidad. Las emisiones de dióxido de azufre (SO2) y óxidos de nitrógeno (NOx) que generan las calderas de vapor industriales han de estar reguladas en ese sentido para que el impacto medioambiental sea el mínimo posible. ATTSU, en ese sentido, tiene muy en cuenta su responsabilidad social y se ha propuesto siempre avanzar invirtiendo en el entorno y en las relaciones con sus interlocutores, entre los que están las ONG defensoras del medio ambiente.

La Directiva (UE) 2015/2193 exige que se intensifiquen los esfuerzos para cumplir la legislación sobre calidad del aire de la Unión y que se determinen acciones y objetivos estratégicos para después de 2020. Para ello establece normas que buscan controlar y reducir las emisiones al aire de dióxido de azufre (SO2), óxidos de nitrógeno (NOx) y partículas procedentes de las instalaciones de combustión medianas para reducir sus riesgos sobre la salud humana y el medio ambiente. Establece además que tales limitaciones no deben tener como consecuencia el aumento de otros agentes contaminantes como el monóxido de carbono.

Las emisiones de NOx procedentes de las instalaciones de combustión medianas con una potencia térmica nominal superior a los 5 MW deberán respetar una serie de restricciones que se irán aplicando con mayor exigencia con el paso de los años. Así, en 2025 se aplicará una nueva restricción considerable de estas emisiones que será intensificada a partir de 2030.


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