Aplicaciones

Dentro de la industria metalúrgica, las calderas industriales de vapor, agua sobrecalentada y aceite térmico tienen aplicaciones destacadas en procesos como el tratamiento de superficies, la galvanotecnia y la limpieza previa o el secado final de metales.

El tratamiento térmico es una parte fundamental en la metalografía, que atañe a todo lo que tiene que ver con la microestructura de las diferentes aleaciones metálicas. Así, la resistencia, la conductividad o la adherencia son propiedades especiales que determinados metales pueden adquirir a través de tratamientos térmicos en los que la aplicación de calor o frío aumenta la velocidad de algunos procesos químicos. La nitruración del acero o el anodizado del aluminio pueden considerarse algunos ejemplos.

En general, podemos decir que la industria de la metalurgia, dominada por la producción de acero, se sirve sobre todo de productos de cogeneración y calderas de calor residual. Gracias a ellos el sector puede contar con una fuente de calor elevado con un buen coeficiente de transferencia a temperatura constante. Es, en definitiva, una fuente de calor fiable, precisa y rentable.

El vapor suministrado por las calderas industriales Attsu proporciona un calentamiento eficiente por ejemplo de tanques de galvanotecnia para el acabado metálico de superficies conductivas. El galvanizado tiene una función estética (cromado), pero también protectora. Con él se previene el desgaste, la corrosión, la fricción o posibles fugas, por ejemplo.